En ese momento, su boca estuvo sobre la mía y no pude evitarle. No sólo porque era miles de veces más fuerte que yo, sino porque mi voluntad quedó reducida polvo en cuanto se encontraron nuestros labios .Este beso no fue tan cuidadoso como los otros que yo recordaba, lo cual me venía la mar de bien. Sí luego iba a tener que pagar el precio por ÉL, lo menosque podía hacer era sacarle TODO el jugo posible .Así que le devolví el beso con el corazón latiéndome a un ritmo irregular, desbocado, mientras mi respiración se transformaba en un jadeo frenético y mis manos movían avariciosas por su rostro.Noté su cuerpo de mármol contra cada curva del mío y me sentí muy contenta de que no me hubiera escuchado, porque no había pena en el mundo que justificara que me perdiera esto. Sus manos memorizaron mi cara, tal como lo estaban haciendo las mías y durante los segundos escasos que sus labios estuvieron libres, murmuró mi nombre.
Ni te declaro la guerra, ni tú me firmas la paz.Tampoco hay razones, ni detonantes tampoco motivos ni porque? Hay varios terceros un tanto absurdos, otro par de cosas sin sentido y otras tantas estúpidas. Es verdad, cuando los otros no quieren cambiar el remar es complicado y dejas de hacerlo.Cuando del otro lado escuchas una respuesta que muestra cuan inútil fue tu hablar.. peor. Hay que cambiar, cambiar, no cambios absurdos como el cambiarse de banco o ponerte un buzo rojo. Cambios importantes de mentalidad y para comprender. No tiene sentido un cambio absurdo, si las cosas de base todavía están y si quedan nudos en la garganta por hablar.Un cambio de verdad puede ser complicado. Implica aceptar que algo no va bien o que algo es rutinario. Aceptarlo implica tener valor, y el valor no es un don y es complicado también.Valor, afrontar ese problema y aceptar que no da para más, que no se puede seguir.La decisión te libera al instante de ser aceptada, mientras tanto habita en vos ese huésped, esa decisión .No sé cuanto valor guardo en mí, varias cosas afronte y muchas superé. Entendí cosas, nunca justifique. Escuché motivos aún creyéndolos ilógicos.. pero no me pidas que entienda que a mi lado no vas a estar.. Hay cosas que en la cabeza no cabe, menos en el corazón. Cuando le encuentres el sentido a este absurdo voy a estar abierta a escucharte.. una vez más.-
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